Imagínate viajar por el tiempo hacia otro lugar donde
todo fue felicidad, junto a ese alguien especial quien hiciese parecer que nada ni
nadie te podía dañar.
Para Billy Wyatt aspirante a beisbolista profesional frustrado ese alguien
especial fue su niñera Katie Chandler, interpretada por Jodie
Foster antes de que se convirtiera en una maldita lesbiana. Ella fue quien
todo le enseñó: le enseñó a divertirse y también a ser fuerte, le mostró como conducir además de fumar y beber e introducirse a propiedad privada sin que nadie lo notara, incluso le habló sobre chicas es más hasta le enseñó como
hacer el amor. Sin embargo, Billy Wyatt a sus 30 años de edad se ha convertido en un
fracasado, que no es ni remotamente beisbolista profesional e inclusive su vida da asco; además cierto día recibe la noticia de que Katie Chandler su niñera de la
infancia y primer amor de la adolescencia, se ha pegado un tiro
en la cabeza maldita sea y ahora arde en el infierno diablos. No obstante, antes de eso dejó una nota donde especificó que Billy
debe hacerse responsable de sus cenizas, pues él es el único que sabe lo que
se debe hacer con ellas. Así que pronto se aventura en un viaje hacia esa ciudad la cual habitó durante su infancia y adolescencia, para visitar los lugares donde
sus recuerdos permanecen intactos, intentando averiguar qué demonios debe hacer con las cenizas de aquella persona que estuvo allí para él.
Billy Wyatt a quien Katie Chandler solía llamar Billy Boy, encuentra al fin el
motivo por el cual ella lo eligió a él para hacerse cargo de sus
cenizas; el motivo se encontraba en una de las muchas vivencias que Billy
compartió con Katie, en la cual le confesó que un día deseaba poder viajar
con el viento hacia una lejana tierra llena de felicidad. Así que Billy Boy
lanzó las cenizas de Katie desde aquel muelle donde años atrás ella le hizo saber su
deseo, con la esperanza de que el viento se las llevara hacia un lugar más
feliz que esta maldita vida.
Todos han hecho algo alguna vez para honrar a cierta persona especial o
situación agradable que formó parte de su existencia en algún momento del
tiempo, y Billy Wyatt no es la excepción; después de cumplir con la voluntad de
Katie, Billy regresó a jugar beisbol en una liga amateur dedicándole un partido
importante en el cual ganó, bueno no sé lo dedicó pero estuvo pensando en Katie
durante todo el partido y su recuerdo fue lo que le motivó para ganar. Así es
como termina esta linda historia de amor con un mensaje motivacional, sobre la
cual también podría decirse que la relación entre Billy Wyatt y Katie Chandler
es un poco extraña.
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