sábado, 6 de julio de 2019

Actores Fetiche

Un actor fetiche es un maldito actor que aparece en muchas películas de la filmografía de un mismo director generalmente en papeles protagónicos, esto se da por diferentes razones: ya sea dependiendo del tipo de película que se esté rodando quizá el director se inspira en las características del actor para crear cierta clase de personajes, o porque el director se siente cómodo trabajando con dicho actor y cree que sus capacidades actorales e histriónicas pueden ayudar al proyecto, o simplemente por la expectativa de que cierta mancuerna director-actor produzca buenos resultados comerciales, también podría ser que existiera atracción sexual entre el actor y su director.

Entre las mancuernas más reconocidas que hay está la del cineasta Martin Scorsese y Robert De Niro quienes desde 1973 han colaborado juntos en un total de 8 películas, entre las cuales varias están consideradas como algunas de las mejores filmaciones de todos los tiempos. Aunque durante años recientes ha surgido en el corazón de Martin Scorsese un nuevo fetichismo por el actor Leonardo DiCaprio, se espera que pronto vuelva a colaborar con un decrepito De Niro. 

A pesar de que en etapas tempranas de su carrera como director la fantasía protagónico-fetichista de Tim Burton era el actor Michael Keaton, después formó otra mancuerna famosa a lado de Johnny Depp con el cual ha colaborado en un total de 8 producciones durante un periodo de 22 años, entre las que el actor tuvo que desempeñarse en perturbadores papeles sobre personajes sombríos y tenebrosos maldita sea.                                            

Quentin Tarantino a lo largo de su trayectoria ha contado con diferentes actores fetiche entre los que se destacan Samuel L. Jackson, Tim Roth, Michael Madsen y Uma Thurman. Estos son los rostros más recurrentes del trastornado universo cineastico de Tarantino, aunque ninguno haya protagonizado tantas películas dirigidas por él como las mancuernas mencionadas anteriormente demonios.


El suspenso en estado puro con Alfred Hitchcock y su actor fetiche James Stewart, aunque el maestro también inclinó su mirada hacia la clase y categoría de Grace Kelly e incluso hasta tuvo a los dos en una misma maldita película.


No podemos olvidar a Sergio Leone y Clint EastWood que juntos lograron grandes hazañas en el viejo oeste dominando el género del spaghetti western, con tres famosas películas conocidas también como la "Trilogía del Dólar", convirtiendo a un duro Clint EastWood en el prototipo de antihéroe dentro de las imbéciles películas italianas sobre malditos vaqueros sanguinarios.                                                                                                       

Tal y como sucede con las relaciones humanas, la relación entre un actor y su director se va desgastando con el tiempo, es por ello que los directores recurren a distintos actores fetiche durante diferentes etapas de sus carreras para que protagonicen sus estúpidas películas. Como es el caso de Woody Allen quien en la primer etapa de su carrera tuvo como actriz fetiche a Diane Keaton, luego Mia Farrow se convirtió en su protagonista imprescindible durante los ochenta y finalmente Scarlett Johansson en años resientes se ha convertido en la intérprete de sus últimas perversiones o películas, mas no de su corazón como las anteriores dos.
 
La relación entre un director y su actor o actriz fetiche puede ser solamente laboral, de amistad o incluso hasta sentimental pero independientemente de la relación entre un director y su protagonista, debemos reconocer que estas mancuernas han logrado generar momentos cinematográficos dignos de ser recordados o de vídear en caso de no haberlos presenciado ya.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario