domingo, 7 de julio de 2019

Blade Runner


Transcurre el año 2019 durante esta ficción y puede que la civilización aún no haya evolucionado tanto en cuanto a tecnología digital, sin embargo, poseen otros avances significativos como malditos autos voladores o androides, también han colonizado la luna e intentan lo mismo para nuestro sistema solar, además las barreras raciales fueron quebrantadas pues hay imbéciles asiáticos por todas partes y como si esto no fuera suficiente existen cómodos comercios casi en cada esquina donde es posible examinar tejidos orgánicos e identificar a que especie pertenecen o tal vez averiguar desde cual laboratorio fueron creados; ellos tienen estúpidas esferas de plástico en las que pueden introducir sus cabezas húmedas para secarlas después de ducharse, e incluso ciertas situaciones hipotéticas referentes a la genética contemporánea son toda una verdad dentro de dicha realidad, ya que estos futuristas de mierda no pierden el tiempo tomándose selfies. ¿Qué es preferible? ¿Tecnología digital avanzada o lo que consiguieron estos hijos de perra?

A principios del siglo 21 la Corporación TYRELL llevó la evolución de los robots a la fase Nexus. ¿Qué demonios es Nexus? Seres artificiales casi idénticos al ser humano mejor conocidos como replicantes. Los replicantes Nexus 6 eran superiores en fuerza y agilidad, y cuando menos equivalentes en inteligencia a los ingenieros genéticos que los crearon. Estos replicantes de mierda fueron empleados como esclavos en el espacio con la azarosa tarea de la exploración y colonización de otros malditos planetas. Sin embargo, luego de un sangriento motín en una de las colonias espaciales perpetrado principalmente por un equipo de combate Nexus 6, se prohibió que los replicantes habitaran la tierra bajo pena de muerte. Fue entonces que escuadrones especiales de policía denominados unidades Blade Runners, tenían órdenes de tirar a matar a todo replicante que se encontrara en el planeta. A esto no se le llamó ejecución, sino retiro maldita sea.


Un grupo de replicantes psicópatas se ha escabullido alrededor de cierta metrópolis gótica, la cual al parecer es una representación futurista de los Ángeles: donde inútiles luces brillan por todas partes y edificios lanzan llamas hacia los cielos, incluso el ambiente está repleto con publicidad de eficientes empresas japonesas ya que en el futuro los japoneses hacen las mejores cosas. Dichos androides no pretenden continuar siendo esclavos sino que desean alargar sus miserables existencias, pues tal como los humanos primero piensan y luego existen. Harrison Ford será el Blade Runner comisionado para llenar de agujeros a esos robots homicidas, durante notables escenas con imágenes perturbadoras cuyo arte pertenece a ese oscuro estilo al que llaman neo-noir o algo así, quién diablos sabe. Una idea persiste en la memoria artificial de los replicantes: es un martirio vivir con miedo. Ellos han visto cosas que los humanos ni se imaginan y todos esos momentos se perderán en el tiempo como lagrimas en la lluvia cuando la hora de morir llegue.                                         

Ridley Scott es el cineasta habitual director de filmes sobre ciencia ficción y mundos futurísticos, quien con "Blade Runner" se apunto otro éxito más en su carrera junto a "Alien, el Octavo Pasajero". Existen varias malditas ediciones de la cinta que obedecen a intereses ejecutivos, pero sólo en la versión "Final Cut" el buen Ridley Scott pudo hacer lo suyo con todas las libertades creativas. Un futuro en decadencia es lo que nos espera si no hacemos algo por nuestro planeta lejos de los preceptos que el capitalismo o el avance científico imponen, es el mensaje percibido a través de esta película clásica postmoderna de 1982. Pues, quiénes realmente sobrevivirán en este mundo cuando los dioses de la biomecánica despierten.

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