martes, 30 de julio de 2019

El Exorcista III


Anteriormente cuando el uso de sistemas de televisión por cable no era aún muy común, con frecuencia solían transmitir secuelas del Exorcista por el televisor; sin embargo, nunca transmitían la cinta original quizá porque contenía imágenes perturbadoras y a pesar de que ambas secuelas dentro de la trilogía inicial pueden considerarse como buenas películas, esos diabólicos fans siempre han preferido la primera parte, tal vez sea porque les agrada observar chavalas endemoniadas que maldicen a Jesucristo y además se masturban con crucifijos o son capaces de girar la cabeza en ángulos de 360 grados. La segunda es interesante, su error es ser una pelí hasta cierto punto bella para los estándares de "El Exorcista" y quizá un poco surrealista al grado de no parecer una historia de horror. La tercera también tiene lo suyo aunque tal vez sea demasiado detectivesca para lo que una maldita cinta sobre poseídos necesita, a pesar de que esta no sólo fue escrita además fue dirigida por el mismísimo William Peter Blatty, discípulo de Belcebú y autor de la obra literaria.

Los acontecimientos alrededor de dicha obra giran en torno al teniente Kinderman durante el año 1990 en la poco soleada ciudad de Georgetown Washington, donde crímenes sanguinarios ocurren todos los días aunque algunos se resuelvan y otros no. ¿Un dios misericordioso crearía algo como la muerte? Existen enfermedades incurables, niños con cáncer y asesinos monstruosos paseándose por el planeta, tal vez la única solución sea el final de los tiempos. Una oleada de homicidios que tiene a Kinderman particularmente intrigado ha acontecido, recientemente cierto joven afroamericano fue despojado de su existencia pues un maldito asesino le metió clavos en cada ojo y después le cortó la cabeza. A través del filme se hace referencia al mítico gusto que el teniente aún conserva por el buen cine heredado desde la versión original, entonces un bello día luego de una linda matiné discute sobre los desafortunados fallecimientos con cierto padrecito probablemente pedófilo quien más tarde moriría en manos de un extravagante psicópata que fuera capaz de extraerle su sangre completamente y sin derramar ninguna gota después la colocó en estúpidos frascos; además utilizó un poco para escribir en la pared el título de la película "Qué bello es vivir", la cual observó junto a Kinderman demonios. Todo un artista que en ocasiones hace cosas especiales bastante creativas a sus víctimas, si el individuo es arrogante él sujeta su inútil cabeza enseguida de haberla cercenado para que pueda vislumbrar su cuerpo mutilado segundos antes de perecer.


Esa aleatoriedad entre los distintos homicidios hace recordar al fallecido asesino géminis, que ahora ha poseído el cuerpo de Damien Karras quien fuera considerado difunto pues casi al terminar la primera cinta cayó desde un segundo piso y posteriormente rodó por una escalera muy larga hecha de concreto dejando demasiadas manchas de sangre; el padre Karras expulsó ciertos seres del cuerpo de una niña en 1973 y a esos seres no les gustó. Sólo es posible interactuar con el mundo por medio de los cuerpos así que géminis tomó su cuerpo prestado, pues un amigo del más allá del cual no somos dignos de mencionar su nombre insistió en ese pequeño detalle. Aunque el cuerpo de Karras permanece recluido dentro de un instituto psiquiátrico el sensacional y único maestro le ha enseñado como cometer esos horribles asesinatos, y de vez en cuando él le lanza algunas migajas de su mesa como una recompensa; margaritas a los cerdos.


Una de las claves para el éxito de la franquicia ha sido crear malditas polémicas religiosas entre los espectadores, sin embargo, con el paso implacable del tiempo esa capacidad de asombro sobre temas tabú religiosos ha decaído junto con el poder de la iglesia. A pesar del fracaso del filme existe una noción entre los apócrifos conocedores de las pelís del Exorcista, quienes afirman que está es la secuela más representativa sobre la historia que William Peter Blatty intentó contar; aunque para aquellos que no son muy aficionados a las películas de endemoniados quizá todo les parezca una absoluta porquería, incluso la dichosa versión original maldita sea.

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