miércoles, 11 de septiembre de 2019

Star Trek: La Película


"Star Trek: La Película" de 1979 es simplemente una continuación directa de la mítica serie original sobre viajes estelares creación de Gene Roddenberry, luego de que fuera cancelada en 1969 debido al repudio engendrado por algunos estúpidos episodios raros: como aquel donde el Enterprise recoge a unos extraños hippies espaciales quienes iban en busca del edén o aquella no tan memorable ocasión en la que el capitán Kirk se encontró cara a cara con Abraham Lincoln. Aunque dicho filme no fuera acompañado por el éxito quizá también haya sido un buen pretexto para revivir la franquicia modernizando un poco las naves, los efectos especiales y hasta a esos horribles Klingon; e inclusive producir un maravilloso nuevo tema principal el cual más tarde sería usado por la maldita nueva generación además de "Robotech". Asimismo se daría la primera gran reunión del elenco original de "Star Trek" y entonces el capitán James Kirk, el oficial Spock, el doctor Mccoy, el buen Scotty, la teniente Uhura, aquel soviético y también el chinito Sulu volverían a vivir aventuras allá donde ningún ser humano ha llegado antes.


Es alrededor del año 2270 y la federación planetaria prepara cierta misión cuyo objetivo será determinar el origen de una misteriosa e inmensa nube de energía, la cual se aproxima velozmente hacia el tercer planeta del sistema solar destruyéndolo todo a su paso; esta vez Kirk asumirá el mando de un Enterprise totalmente rediseñado el cual difiere bastante de aquella maldita estética anticuada anteriormente utilizada, e incluso cuenta con las clásicas pantallas de fondo negro adornadas por textos verde fosforescente y focos de colores rojo, amarillo o azul. Además de la siempre agradable presencia del oficial científico Spock ahora más insociable que nunca, los tripulantes del Enterprise gozarán la compañía de Ilia una teniente bastante descabellada en el sentido literal de la palabra y del bien parecido comandante Decker a quien la calva teniente sonríe más de lo que debería. Durante ciertos intervalos todo parece ir demasiado bien, aunque pronto quedan atrapados por esa estúpida nube de plasma o energía cuyo interior se parece al de una nave nodriza en plan "Independence Day".                                                                                           

Spock es quien tropezará con su propia odisea espacial al intentar desplazarse entre las secciones o compartimentos que componen dicha entidad tecnológica, donde los sensores son inútiles y las lecturas tampoco sirven de mucho demonios; por lo tanto aquel muy lógico Vulcano podrá observar a través de planetas y galaxias que representan a la eternidad, entendiendo de alguna maldita manera como aquello es simplemente una máquina viviente en busca de su creador, mientras todos ellos tan sólo son unidades elementales de carbono fácilmente suprimibles en caso de no recibir alguna respuesta del dichoso creador desde ese fascinante planeta.                                                                  
  
A pesar de que no fue muy bien recibida por esos imbéciles nerds fanáticos de la serie original, la pelí es sin duda más agradable que algunos episodios alrededor de la infinita cantidad de series referentes a dicha franquicia; sobre todo aquellos fastidiosos o extraños maldita sea. Dirigida sabiamente por Robert Wise aunque de una manera algo cerebral y tal vez un poco aburrida, pero con efectos visuales generados a través de computadoras en plena era del Arcade cuyo arte es hasta cierto punto genial aun cuando claramente se dan un aire psicodélico a "2001: Una Odisea en el Espacio". Quizá no sea la cinta más destacable dentro de la filmografía de viaje a las estrellas, sin embargo, observar dicho filme equivale a presenciar el comienzo de una nueva forma de "Star Trek"; y posiblemente entender que ir más allá de la lógica es una capacidad única de los seres vivientes.                                                       

No hay comentarios.:

Publicar un comentario