El Amanecer de los Muertos 2004

Fue a inicios del siglo 21 cuando los malditos zombis nuevamente comenzaban a ponerse de moda, en aquel entonces no podía faltar un remake para el clásico setentero "Dawn of the Dead" del gran George Romero. Dicho remake arranca bastante bien, pues hay mucha acción y escenas de sexo sin protección mientras cierto grupo de sobrevivientes en plan "Left 4 Dead" se va conformando; aunque termina siendo una muchedumbre demasiado grande en comparación con la pelí original e incluso hay muchos personajes extravagantes o ligeramente fuera de lugar, como aquel imbécil negro cuya esposa tiene acento soviético y además luego engendra a un repugnante bebé zombi.

A diferencia de la versión setentera los sobrevivientes son unos verdaderos cretinos quienes quedaron atrapados dentro del centro comercial, sin embargo, pretenden escapar a bordo de un extraño vehículo con motosierras y toda la cosa quizá hacia ninguna parte diablos; en la cinta original de George Romero simplemente planeaban permanecer allí por un largo tiempo tal vez hasta agotar cualquier recurso, inclusive lucharon por aquel establecimiento contra una pandilla de sanguinarios motociclistas. A ratos parece que hay buen jaleo, pero siempre sucede algo raro; hubo una ocasión en la cual llegó cierta obesa con inmenso parecido físico a la nana del Conde Patula, quien por cierto ya estaba más zombi que Michael Jackson en "Thriller" y nadie se percató hasta cuando intentó atacarlos demonios. Más tarde esos idiotas del grupo fueron embestidos por zombis al perseguir a un inocente canino alrededor del inútil estacionamiento; durante la pelí de 1978 los sobrevivientes fueron muy astutos y clausuraron todas las entradas hacia el centro comercial, luego enumeraron cuantos muertos vivientes había para después eliminarlos con disparos en la cabeza maldita sea.                                                                                                        

"El Amanecer de los Muertos" del año 2004 cuya trama tal vez tenga algo que ver con el clásico de 1978, únicamente porque también hay un centro comercial además de algunos policías bien armados y el buen Tom Savini anduvo por ahí aunque muy poco. Una película cuyos zombis se han olvidado del rigor mortis para correr velozmente detrás de sus víctimas, donde el abuso de filtros con luces fosforescentes hace parecer que si existiera alguna especie de tributo quizá no sea para George Romero. No necesariamente es otro fiasco con buenos efectos especiales, pues contiene escenas muy rescatables entre ellas aquella en la que alguien cercenó accidentalmente a cierta mujer hermosa con ayuda de una estúpida motosierra; por otro lado situaciones raras suceden constantemente tal como esa donde dos individuos juegan ajedrez a distancia, usando malditos binoculares desde el techo de construcciones algo separadas entre sí demonios.