Si pudieras observar toda tu
vida de principio a fin, ¿cambiarías algunas cosas? Estamos tan atados al
tiempo y tal vez sea difícil entender como el comienzo quizá no es en realidad
el comienzo, me refiero a que el maldito orden de las cosas no funciona como
creíamos que lo hacía pues posiblemente en ciertos universos no lineales pueda
ignorarse la continuidad del espaciotiempo; siendo así pasado, presente y
futuro podrían unirse para conformar un solo momento diablos.
La doctora Louise Banks
interpretada por Amy Adams quien por cierto no tiene cara de inteligente, es ahora experta
en lingüística y tan apasionada en lo suyo que inclusive su fallecida hija
Hannah tenía nombre con propiedades de palíndromo; ella intenta descifrar los
garabatos o expresiones no lineales pertenecientes a cierta civilización
extraterrestre quienes son semejantes a pulpos gigantes mejor conocidos en el
ambiente científico como Heptapodos, cuyas naves han aterrizado aleatoriamente
en distintos lugares del mundo: una de las teorías más plausibles es que Sheena
Easton tuvo una canción de éxito en cada uno de estos sitios durante 1980
demonios. El meollo del asunto está en que debido a malos entendidos con eso
del lenguaje y todo, China le ha dado un ultimátum a esos seres para abandonar
aquel territorio o de lo contrario habrá graves consecuencias militares maldita
sea; mientras tanto la doctora Banks sufre extrañas regresiones pretendiendo
comunicarse con dos alienígenas apodados Abbott y Costello, pues el tiempo no
es igual para ellos y además dichas criaturas son capaces de existir en
distintos planos temporales al unísono. Pero por supuesto que Louise Banks
salvará el día arreglando las cosas entre China y el universo, aunque al final
no recuerde cómo; tal vez producto de tanto estúpido salto a través del tiempo.
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